lunes, 31 de marzo de 2008

La universidad que ví

Entré a la carrera de sociología.

Llevo tres semanas de clases y haciendo una radiografia de lo vivido, del trabajo que llevo haciendo con ahorabolivia y de las viscitudes diarias que me hacen concebir mi cerebro como un locoto revuelto en la licuadora infernal de la vida... pues bien, creo que he llegado a la conclusión de que son buenos tiempos, confusos, movidos y hasta algo frustrantes si, pero buenos.

Hasta ahora no he escrito nada de la universidad por que creo que es indescriptible, por via referencial (léase chismografia) he conocido tantas universidades como universitarios, y creo que no seré la excepción.

Omitiendo la impresión de los trámites de ingreso con sus interminables colas (esa sensación de formar parte de un rebaño) la imagen que tengo de mi facultad es buena, paso clases en uno de los módulos mas lejanos de los módulos lejanos, lo cual sería una molestia para cualquier persona que no viva a 4 minutos en micro o a 10 a pata de ellos como yo...

La infraestructura es buena nomás, bancos nuevos, pizarra plástica relativamente limpia, aulas grandes y una ventilación casi satisfactoria... en todo caso el hecho de que tengamos un curichi (porción de agua demasiado pequeña para ser una laguna y demasiado grande para un simple charco) justo atrás de nuestro módulo, donde anidan unos pajarracos insólitos llamados gallaretas (una especie de híbrido de pato con garza, mierda que mete bulla el bicho desgraciado) y donde crece una inusitada flora de sagitarias, arbustos cubiertos de huevos de sapo y plantas acuáticas de todo tipo da mucho panorama que ver. Todo muy lindo para verlo a través de la ventana, con el romántico olor de las emanaciones de metano del agua podrida llenándonos las fosas nasales e inspirándonos los más preciosos poemas malditos en tiempo de lluvias. Se ha intentado taparlo, pero los "chicos verdes" de la facultad de ingeniería ambiental y no se que mas vainas dicen que eso es un ecosistema... si claro, ahora les vamos a poner una tapa e' petos (nido de avispas) en cada baño para que les piquen la conciencia ecológica, a ver si no quieren destruir ese hábitat.

Ahora bien, los compañeros son en general gente tranquila, lo mismo los catedráticos, excepto uno que se pasa el tiempo hablando de lo mucho que sufrió cuando lo tuvieron 3 días encerrado en la prefectura por apedrear la casa del prefecto en las épocas del MNR e incansable en su propósito de decirnos lo malo que es el Imperio y lo buenos que son los izquierdistas de cualquier laya que sean... quitándonos horas de clase; bueno, clásico profesor zurdo de universidad pública latinoamericana, ya lo entendí, por lo que sé es eterno de antiguo en la U y sería muy estúpido intentar cambiar su opinión a estas alturas del partido, no soy tan pretencioso.

En fin, todo muy nuevo, todo muy interesante, muchas chicas lindas en la facultad (que queréis, soy un hombre de carne y hueso) mucha gente con ganas de ponerle empeño y mucho trabajo, esa sería, entodo caso, la universidad a la que voy, que al fin y al cabo es una mas de las muchas que hay en las cabezas de mis compañeros de semestre, cada uno la ve distintinto.

Ya se verá como va la cosa en los cuatro semestres y dos tercios que me faltan por cursar en mi carrera. Hasta entonces lo único que me queda por hacer allí es estudiar... y uno o dos pares de cosas interesantes mas.

miércoles, 12 de marzo de 2008

La suma de todos los males

Luego de años de pobreza e ignorancia.

Luego de siglos de humillación y postergación.

Luego de quejarnos intermitentemente durante siglos de y echar la culpa de nuestros males a los foráneos y a los imperios lejanos.

Los bolivianos pareciera que queremos un mal mayor: la guerra.

Y es que toda esta serie de conductas irresponsables, de indiferencias asesinas, de preocupaciones estériles que se limitan a decir ¡ay! en lugar de colaborar a cerrar las heridas, nos acercan cada vez más al borde de un espiral de violencia como no se ha visto antes en la historia de este país, donde lo único que ha existido han sido simulacros de guerras civiles hace mas de cien años y revoluciones en el 52 que se consumieron a sí mismas.

Hasta el día de hoy, Bolivia no se ha enfrentado a una verdadera fractura de la unidad nacional, mal que bien las distintas sociedades y capas sociales que la conforman han vivido en una coexistencia turbulenta, llena de revueltas, de golpes y de contragolpes, de paz sin prosperidad, de prosperidad sin justicia ni equidad, de odio, de maquinaciones, de engaños, estafas y traiciones.

Seria demasiado largo contar las veces que el pueblo boliviano se ha visto estafado por sus dirigentes, sería infinito contar las veces que los propios bolivianos han sido verdugos de sus compatriotas.

Y es que Bolivia es ilusión, Bolivia es el humo que se eleva del fuego sin que se pueda sostener con las manos, es un rompecabezas sin coyunturas, Bolivia es un pedazo de algo que deja un sabor nada en la boca, Bolivia es un experimento de la ilustración, es un pedazo de tierra reconocible en la verdad prosaica de los mapas pero invisible en los ojos del que la ve, es tierra cortada por tratados escritos sobre muebles de ébano, olorosos a pólvora de guerras absurdas.

Bolivia solo existe en los bolivianos que quieren aferrarse a una idea para no caer en la desesperación, es un regusto a "peor es nada", es una mezcla de mestizos de todos los mestizajes de América, del indígena con el blanco, del blanco con el mestizo, del mestizo con el negro, del negro con el indígena y del indígena con el mestizo en un circulo que no se va a cerrar jamás por que está cerrado con sangre, y pervivirá mientras el humano tenga sus plantas sobre la tierra.

Somos los hijos de dos mundos decadentes que cuando se encontraron su principal preocupación era ahogar a sus semejantes en sangre, españoles a los italianos, los incas a los incas y las tribus orientales todas contra todas en una danza de corazones crudos comidos crudos, de flechas envenenadas y de arcabuces humeantes que algunos románticos no quieren mirar en el espejo del pasado.

Estamos unidos por lazos mucho mas duros que los de la paz y los buenos deseos, estamos unidos por una mutua necesidad los unos de los otros, necesitamos al que está a nuestro lado por que hemos vivido tanto juntos, hemos llorado tanto juntos, hemos intercambiado tantos insultos, tantas miradas despectivas, tantos hijos enamorados, tantas sonrisas, tantas enfermedades, tantas canciones y tantos vicios que ya no podemos separarnos, la marca de cada uno está impresa en la cara del otro, sea en un color de ojos, sea en un apellido, sea en un amor, sea en un odio, sea en una tonada o en equipo de fútbol, los lazos que nos unen son los de la mutua complicidad, y esos son duros entre los duros.

Bolivia es un mercado, Bolivia es un retrato mal hecho, Bolivia es un hijo bastardo, Bolivia es la cuna de las desesperanzas, donde se practica el olvido del pasado para soportar el presente e ignorar el futuro.

Es hora de cambiar.

Es hora de dejar de soportar para comenzar a vivir, a respirar, a amar.